9 de mayo de 2011

La venganza de la democracia

El dos de mayo de 2011 y tras un operación de precisión quirúrgica, Estados Unidos anunció a bombo y platillo que habían acabado con la vida del enemigo público más buscado del mundo en Abbotabad, un apacible pueblecito paquistaní ubicado a 170 Km. de Islamabad, borrando de un plumazo en el imaginario colectivo las hipótesis de que el líder de Al Qaeda se encontraba escondido en alguna cueva perdida entre las montañas y puso en entredicho el compromiso de Pakistán en la cruzada internacional contra el terrorismo.
La noticia creó un tsunami periodístico, volvió  a sumir en tinieblas las relaciones entre Pakistán y USA y alimentó de nuevo al monstruo de Al Qaeda, relegada al olvido durante el huracán revolucionario del mundo árabe. Un renacimiento que había empezado con el asesinato de Arrigoni en Palestina, seguido de una bomba que estalló en la plaza Yamaa Fna de Marracheck y a escasos meses del inicio escalonado del plan de retirada del grueso de las tropas internacionales en Afganistán con unas elecciones estadounidenses a la vuelta de la esquina y la figura del presidente de Estados Unidos  puesta en tela de juicio... ¿Demasiadas coincidencias?
La asidua honestidad brutal a la que nos tenía acostumbrado el antiguo dirigente de Estados Unidos pronto volvió a inundar las televisiones y rotativos de todo el mundo: “Ha sido la venganza de la democracia” anunciaba George W. Bush. Obama por el contrario fue más comedido y anunciaba que por fin se había hecho justicia.
¿Cómo se puede hablar de justicia o venganza de la democracia?, se pregunta Syed Liaqat Banori, presidente de Society for Human Rights and Prisoners´Aid, y añade: “Ha sido una violación de la soberanía del país y de los derechos humanos. No hubo juicio, ni abogados. Como defensor de los DDHH me planteo si en estos casos especiales es justificable el asesinato, y por ende, si lo podríamos aplicar a la tortura. No lo creo.  Me da miedo que pueda desembocar en un blanqueo de las conciencias que defienden a ultranza las cárceles secretas o Guantánamo. ¿Por qué se tiró el cadáver al mar tan rápido y se difundió una foto falsa?”
Mientras la administración Obama sacaba a cuentagotas una información que supuestamente debía haber estado estudiada al milímetro para no alimentar el apetito monstruoso de la teoría de la conspiración, los lugareños no daban crédito de la noticia. Nadie podía imaginarse que detrás de estos altos muros coronados de alambre de espinos albergaba la guarida del enemigo número uno de Estados unidos. 
El complejo, aislado al resto de las viviendas, y rodeado de instalaciones militares, apenas recibía visitas. Tras  conocerse la noticia, vecinos, periodistas y  curiosos invadieron los alrededores de la finca.
Tras impedir que Pakistán participase en la operación, Los militares paquistaníes  han empezado a agitarse y expresar su malestar por la actuación del EEUU en la captura de Osama bin Laden y por las declaraciones del director de la CIA, León Panetta, afirmando que se ocultó la operación 'Gerónimo' al gobierno pakistaní por temor a que los militares pusieran a salvo a Bin Laden.
Imtiaz Gul“ periodista paquistaní, escritor de The Unholy Nexus: Afghan-Pakistan Relations under the Taliban Militia, y "The most Dangerous place" alerta de que la muerte de Osama no significa que vayan a desaparecer los problemas que Pakistán está atravesando ahora. Los militantes islámicos, los talibán emplazados en las zonas fronterizas,  así como los que les apoyan dentro de país. Si bien la muerte de Osama va a ayudar a la estrategia de iniciar la retirada de las tropas de Afganistán, una retirada parcial, las agencias de inteligencia americanas y los aparatos de seguridad nunca han confiado ni en el gobierno Pakistaní ni en las clases dirigentes. Por estas razones no se le informó a Pakistán de la operación”, concluye el analista. Pese a la eliminación de la cúpula de Al Qaeda, Pakistán continúa inmerso en aguas enturbiadas. Según el último informe publicado por la Comisión Independiente por los Derechos Humanos de Pakistán, más de 2.500 personas murieron a causa de la violencia y 5.000 resultaron heridos durante el 2010.
Tras la muerte de Osama, la extraña historia de amor entre el gobierno de Pakistán y Estados Unidos continúa desarrollándose. Si bien Pakistán ha recibido desde el 11-S  hasta 20 billones de dólares en la lucha contra el terrorismo, los incidentes entre ambos países no terminan de sucederse.
El incremento de ataques con aviones no tripulados (más de dos mil personas han muerto desde 2004), el caso Raymond Davis (el ciudadano - contratista americano que asesinó impunemente a dos paquistaníes)  y las víctimas de la guerra contra el terror han arraigado en la sociedad un sentimiento profundamente anti Americano, aunque muchas veces manipulado y reconducido por las agencias de inteligencias tal como sucedió con Raymond Davis: “Obviamente este hecho tensa aún más la cuerda entre los dos países y las relaciones se empeoran aún más. La tension empezó a crecer hace unos meses cuando extraditaron a Davis. En esa ocasión tuvo que intervenir el ISI para apaciguar los ánimos de los partidos islámicos” explica el analista militar Talad Massod e indica que Pakistán todavía tiene que hacer frente a muchas amenazas. La amenaza está dentro, no fuera", concluye el analista.
Amina es una de las 4.000 personas en Pakistán afectadas por las desapariciones de la guerra contra el terror. Secuestraron a su marido hace seis años. Amina jamás olvidará esa mañana de junio de 2005, reinventada, en que su marido nunca volvió a aparecer por casa. Tras varios años de ausencia, decidió crear un organismo de presión ( Defence of Human Rights of Pakistan) para exigir a las autoridades paquistaníes la puesta en libertad de su marido: “ Mis lágrimas son las lágrimas de miles de mujeres y hombres paquistaníes que han desaparecido en nombre de la lucha contra el terror. No importa lo que pase, seguiremos exigiendo justicia”
  La eliminación de Osama Bin Laden abre un abaníco de preguntas sin respuestas, teorías de la conspiración, victorias diluídas en el nombre de la justicia... Pero Pakistán sigue afrontando los mismos problemas, mirando sin guardar las distancias ante el abismo. La Guerra contra el terror continúa cosechando víctimas civiles, rompiendo realidades,  y las cárceles secretas continúan estando llenas.  
 

5 comentarios:

albanatz dijo...

Estabas en Pakistan cuando saltó la noticia que nos inundó a todos. Días después, nos regalas un trabajo excelente de periodismo tranquilo, bajo los misiles mediáticos. Gracias!! Hablamos ;)

Maria Rosa Vila dijo...

Interesante análisis, Diego, y estupendas fotos. Gracias por esta crónica de primera mano, sin intermediarios ni otras interpretaciones. Mil gracias!

De lo nuestro dijo...

Gracias por la información. Qué gran placer haberte conocido y seguir tu trabajo. Un abrazo y ¡adelante!

Mònica Tudela dijo...

La de arriba era yo, Mònica, la amiga de Maria Rosa. Que no quedaba clarito 8-)) Besos!

Anónimo dijo...

Debo reconocer que le he echado un vistazo muy rapido a tu trabajo pero ciertamente me gustan mucho tus fotografias.
Seguire encantado tus proximas entradas!

Un saludo desde Londres!