10 de abril de 2009

Regreso

Islamabad respira una tranquilidad aparentemete ordenada ajena al dramatismo informativo, El canal de noticias ha estado vomitando información durante las últimas veinticuatro horas: Un civil y seis cuerpos de la policía han muerto tras una explosión terrorista. Halladas cincuenta personas muertas por asfixia al intentar cruzar la frontera en Queta. Bombardeos en una zona fronteriza, los fundamentalistas toman represalias contra un convoy…
La píldora informativa del día después no es ajena a los desplazados que se intentan reubicar en las esquinas disponibles de los sectores que conforman Islamabad. Una alambrada delimita las areas de los sin tierra en el sector G 7, que dibujan en el suelo montañas de basura, mientras la ropa tendida proyecta sombras que se mecen con el viento.
Desde hace tres meses, se iergue este improvisado campamento de refugiados en Islamabad. Alberga cincuenta familias y un futuro incierto. La implantación de la ley Saria en el Valle de Swat, el dieceséis de febrero, motivado por el avance incontrolable de las fuerzas revolucionarias derivó en la creación de cantidades ingentes de bolsas de desplazados que tuvieron que abandonar su hogares. Tras implantar, los talibanes, los códigos de conducta islámicos, se denegó el acceso a la educación para las mujeres, se ilegalizó la televisión satelital y los “liberales” fueron duramente perseguidos. Las fuerzas de seguridad intentaron recobrar el control, muchas familias huyeron y la economía colapsó. Amnistía Internacional estima que entre 200.000 y 500.000 personas fueron obligadas a abandonar sus hogares en el valle del Swat durante el 2008
La frágil tregua alcanzada hace unos días en el Valle del Swat y la vuelta al colegio de las mujeres podría resultar una bombona de oxígeno que permita implantar un sistema de respiración asistida. No obstante las reiteradas amenazas del Movimiento para la Aplicación de la Ley Islámica para la creación de los tribunales islámicos podría desembocar en una nueva crisis y hacer aún más inviable la vuelta de los desplazados a sus hogares.

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